miércoles, 30 de octubre de 2013

Factores sicológicos en la prevención de lesiones de un jugador


Planteando la preparación de este trabajo sopesaba el hecho de cómo llevarlo a la práctica. En una escuela de base como en la que trabajo, la mayoría de las lesiones son:  epicondilitis y rotura fibrilar en adultos y esguinces y contusiones en los mas pequeños. Pero si bien es cierto que desde un punto de vista de entrenador el tema tiene miga. Grandes preguntas en este sentido son temas centrales en las conversaciones entre mis colegas del tenis: ¿la forma de jugar de Rafa Nadal le permitirá estar muchos años en el circuito? ¿Los jugadores profesionales están preparados para aguantar mas de 6 temporadas a tope?¿Sería aconsejable preparar atletas para soportar un determinado numero de años a alto rendimiento?. Evidentemente, a nivel usuario, controlar factores psicológicos en la prevención y rehabilitación de jugadores lesionados, nos permitirá tener un dominio de situaciones aparentemente muy adversas pudiendo ofertar a nuestros jugadores esa confianza que da saber que estas en manos expertas, y no dejarnos ir simplemente de la mano del desconocimiento de este tipo de técnicas.
2- ¿Por qué se produce la lesión deportiva en nuestros jugadores?
La lesión deportiva es uno de los obstáculos más importantes para el exitoso rendimiento de un deportista, ya que es una fuente de tensión, dolor, dudas y sufrimiento para el deportista.
En los jugadores amateurs:
Las causas en este tipo de jugadores suelen ser por falta de dominio corporal, recursos deficientes o desconocimiento de las técnicas de ejecución (dominio de la técnica)
En jugadores de competición:
Aquí tenemos Factores de orden psicológico, social, laboral y económico… producido por un posible exceso de confianza o por unas exigencias muy elevadas ( sin la preparación y recuperación adecuada)
3- Variables físicas que pueden influir en las lesiones deportivas
   Falta de buena base física
   Mal estado de las instalaciones  (lesiones musculares)
   Campeonatos cortos (no se puede hacer pre-temporada)
   Demasiadas competiciones (no hay margen para una buena recuperación)
   Genéticas (tendencia a ciertas lesiones)
   Sociales (saber comer)
   Estrés (demasiadas presiones)
   Apuro por volver (no se respetan los plazos de rehabilitación)
   Cambios de cuerpo técnico (distintas formas de trabajar
   Derrota y clima negativo
   Sub-motivación (problemas personales, contractuales, de dinero, etc.)
   Juego más violento (a mayor potencia, choques más duros)
   Otras enfermedades (gripe, trastornos hepáticos, etc.)
4- Variables psicológicas  que pueden influir en las lesiones deportivas
Destacaría el estrés con cuadros de ansiedad que puede estar presente antes, durante, y /o después de la lesión.
4.1- Estrés
Es el proceso que comprende la percepción de un desequilibrio sustancial entre las demandas objetivas del ambiente y la capacidad de respuesta, bajo condiciones donde el fracaso al afrontarlo se percibe como algo que tendrá importantes consecuencias, y a lo que responde con un incremento de los niveles de ansiedad.En algunas ocasiones, las lesiones deportivas, aunque potencialmente estresantes, pueden aliviar otras fuentes de estrés mayores (por ejemplo: el estrés que produce el exceso de responsabilidad en la competencia), convirtiéndose en valiosos mecanismos de escape o evitación.
¿Qué situaciones pueden producir estrés en nuestros jugadores?
   Sucesos de tipo general (conflictos familiares, pérdida de seres queridos, problemas financieros, etc.)
   Sucesos relacionados con la actividad deportiva (cambios de status o rol, cuestiones contractuales, cambios de equipo, cambio de entrenador, etc)
   Demandas de entrenamiento
   Demandas de la competencia
   Otras situaciones relacionadas con la actividad deportiva (la opinión de los medios de comunicación, la relación con los dirigentes, etc.)
   Lo impredecible del resultado y del propio rendimiento
   Estar permanentemente expuestos (prensa, público, amigos, entrenador, compañeros, familia, etc.)
5- Variables personales relacionadas con las lesiones
Historia de lesiones personales
   Ansiedad – rasgo (principalmente relacionada con la actividad deportiva)
   Falta de apoyo social
   Baja motivación de logro
   Baja autoconfianza
   Baja autoestima
   Tendencia al pesimismo
   Sistema rígido de creencias y actitudes
   Sub-motivación
   Sobre-motivación
   Falta de dedicación a medidas preventivas
   Alimentación inapropiada (por exceso o defecto)
   Carencias en el equipamiento personal para hacer deporte(p.ej. calzado inapropiado)
Factores que provocan lesiones
Año: 1993
Autores: Heil, Zemper y Carter
Población: 1600 deportistas (4 % corresponde al nivel de Alto Rendimiento)
Resultados:
   27,9 % de las lesiones tienen una causa más o menos directa con problemas externos al deportista.
   12,7 % corresponde al comportamiento inadecuado (agresivo, poco ético) de otros deportistas.
   48,3 de las lesiones corresponden a factores intrínsecos al atleta.
Es decir que aproximadamente la mitad de las lesiones deportivas analizadas tienen una fuerte relación con componentes asociados con el comportamiento del propio deportista.
   11,1 % corresponde a otros factores.

En base a lo manifestado hasta aquí, es interesante:
Hacer una preparación mental preventiva para evitar lesiones, teniendo en cuenta 3 niveles:
1.Cognoscitivo: con aumento de las capacidades de análisis, juicio, crítica, decisión, y control de los procesos perceptivos y de la memoria.
2.Psicomotor: con aumento de las capacidades de aprendizaje, control y regulación del movimiento y con una mejorada autoconciencia del propio cuerpo.
3.Psicoafectivo: con el control mejorado de la emotividad y del ansia, con un consiguiente aumento de la autoestima, de la confianza en sí mismos y de la capacidad de hacer frente a los problemas.
Gracias a una preparación mental adecuada y preventiva, el deportista que sufriese realmente una lesión, sería capaz de controlar la situación desde el punto de vista emotivo, sin dejarse llevar por comportamientos a menudo auto-perjudiciales, porque serán menos intensas las reacciones de ansiedad y más cooperativa será su participación. Será más protagonista y menos pasivo en su recuperación.
La interrupción de la actividad provoca la suspensión de la habitual dosis cotidiana de cansancio, induciendo al insomnio, inapetencia, estreñimiento y astenia, sensaciones éstas que son muy desagradables para quién está habituado a sentirse siempre en perfecta forma; la inactividad forzada produce depresión, sentimientos hostiles hacia quién eventualmente fue responsable de la lesión, envidia hacia los compañeros que siguen compitiendo, y preocupaciones en el sentido de no recuperarse plenamente.
Todos estos son buenos motivos para que éste deportista, que atraviesa una fase particularmente delicada en relación con su trabajo, deba ser preparado de manera adecuada para afrontarla de modo convincente.
6- ¿Cómo podemos ayudar al lesionado tras la lesión?
Dos fases
1.Fase de inmovilización
Se caracteriza por una gran tensión que soporta el deportista, la visión negativa de su recuperación y la presencia de dolor. Aquí es necesario desarrollar estrategias de control de la ansiedad (ante el dolor, ante las dudas) y de aceptación positiva de la realidad.
Las técnicas psicológicas a tener en cuenta en el período de inmovilización son:
1.                  Habilidades de comunicación
El equipo médico deberá tener en cuenta que para conseguir un buen nivel de control de activación y de aceptación positiva de la realidad, el deportista ha de tener información sobre la lesión producida (hay que saber hablar y saber escuchar).
1.                  Técnicas de relajación
Las técnicas que van a ayudar al deportista a soportar los malos momentos (dolor, dudas) van a ser aquellas que directamente le permitan tener un mayor control de sus niveles de activación y poder abordar situaciones complejas.
1.                  Técnicas de visualización
Es de gran utilidad combinar ejercicios de relajación con visualizaciones imaginadas de la zona lesionada, a partir de la información suministrada por el equipo médico. El deportista podrá hacer una representación mental de su lesión facilitando el efecto Carpenter (microactivación de la zona corporal imaginada), con lo que se obtendrá un ligero aumento de la fisiología en la zona lesionada, y se facilitará la toma de conciencia del deportista sobre la lesión acaecida.
1.                  Determinación de objetivos
En esta primera fase, el deportista lesionado deberá empezar a trabajar sus cualidades físicas corporales con el objeto de no perder potencial atlético general. Es un período óptimo para mantener y mejorar, si se puede, el nivel físico del resto del cuerpo que no ha sufrido traumatismo.

1.Fase de movilización
Es un período mucho más largo que el de la fase de inmovilización y en donde el deportista va a ir recuperando progresivamente sus niveles de funcionalidad motora. En esta fase hay 3 momentos distintos de trabajo.
1.                  Recuperación
Período de tiempo relacionado con la mejora del músculo-articulación que ha sufrido el traumatismo. En este período el deportista necesitará inicialmente estrategias para controlar las situaciones estresantes o dolorosas, mantener un alto nivel de motivación para desarrollar el programa diario de trabajo.
Las técnicas psicológicas que se sugieren para trabajar en este período son:
                                       Habilidades de comunicación: Proveer información real y clara del proceso de recuperación.
                                       Técnicas de relajación y visualización.
                                       Determinación de los objetivos del programa: Es indispensable que el deportista con la ayuda pertinente se vaya marcando objetivos concretos para ir consiguiéndolos en cada sesión de trabajo.
                                       Mejora de aprendizajes deportivos: El período de recuperación de un deportista es vivido como un tiempo perdido y aburrido, ya que gran parte de la actividad que el deportista realizaba antes del traumatismo, no la puede desarrollar; hay que aprovechar este momento para realizar formación técnico-táctica.
                                       Apoyo social: Muchos deportistas consiguen mejorar su confianza en el trabajo que se realiza por medio de encuentros o por comunicaciones telefónicas con otros deportistas que han sufrido una lesión parecida y que en la actualidad están recuperados.

1.                  Readaptación
Corresponde al período de trabajo de mejora de la cualidad física perdida como consecuencia de la situación traumática. Es un período en el que el deportista intenta conseguir una tonificación de su estado físico general, consiguiendo el mismo nivel que tenía antes de la lesión.
Las técnicas que se proponen para este período son:
                                       Visualizaciones: Visualizaciones imaginadas de su esfuerzo en el trabajo de recuperación.
                                       Determinación de objetivos semanales
                                       Diálogo interno positivo: El deportista aprende a detectar los pensamientos negativos de duda, y a reconvertirlos en objetivos a trabajar y a ser valorados en positivo.

1.                  Reentrenamiento
En este período, se trabaja para recuperar el nivel de habilidad deportiva descompensada por el tiempo de no práctica técnico-táctica. En esta fase el deportista debe perder el miedo al fracaso, olvidar la lesión, y progresivamente aumentar su trabajo con los demás deportistas.
Las técnicas sugeridas aquí son :
                                       Habilidades de comunicación
                                       Visualización de inicio: Se aconseja hacer una representación mental simulada de las primeras sesiones de trabajo con los demás compañeros en la cancha y de la situación de entrenamiento habitual.
                                       Determinación de objetivos: Es aconsejable que para cada entrenamiento el deportista reciba las consignas correspondientes de lo que se pretende trabajar-conseguir en las primeras sesiones de trabajo.
El ensayo emocional capacita a los deportistas a sentirse seguros y confiados en que la rehabilitación tendrá éxito. Los deportistas ensayan varias escenas que les producen sentimientos positivos tales como el entusiasmo, el amor propio y la confianza, los deportistas pueden por ejemplo: ensayar sentimientos de emoción relativos a su primer partido después de la lesión, o ensayar sentimientos de admiración por parte de los entrenadores, compañeros de equipo y amigos, ante su vuelta de la lesión; a los deportistas también se les puede instruir a pensar en otros deportistas que han superado lesiones similares y generar otras escenas que produzcan sentimientos positivos.
7- Conclusiones:
La herencia genética, los componentes orgánicos, el temperamento, el umbral de tolerancia al dolor, el esquema corporal, y el grado de autoestima, interactúan produciendo una determinada actitud, o una predisposición específica ante una lesión. Distintas investigaciones dicen que la tendencia al accidente evidenciada por los deportistas lesionados estaba más conectada con la personalidad de cada individuo, que con la efectiva peligrosidad de las diversas disciplinas deportivas; y que la lesión tiene lugar más frecuentemente durante los entrenamientos, que en el transcurso de la competencia. Por ello, ante un deportista lesionado, no habría que limitarse a remediar la dolencia (que es el efecto), sino que sería necesario remontarse a la causa, considerando entre otros factores, la vivencia del accidente, y cómo el deportista lo experimentó. Lo que se propone es que el deportista enfrente la lesión como una vivencia positiva, en la que se exprese de un modo nuevo el enfoque del problema de la lesión, sin autocomplacencias, sin echar la culpa al destino, pero también sin dar falsas muestras de indiferencia y superioridad. Hay una serie de técnicas que utilizan las imágenes mentales, para re-evocar, elaborar, modificar, anticipar y aprender el movimiento a través de un entrenamiento mental, que puede definirse como idea-motor, una auto-representación mental sistemáticamente repetida y conciente de la acción motora que debe aprenderse, perfeccionarse, estabilizarse o determinarse con exactitud, sin que se tenga una ejecución real, externamente visible de movimientos parciales o globales
8- Bibliografía
   Buceta, J.M. (1994) Psicología y Lesiones deportivas: Prevención y recuperación. Madrid.
   Cruz Feliú, Jaume. (1997) Psicología del Deporte. Madrid, Editorial Síntesis.
   Diego, Salomé de y Sagredo, Cristina. (1992) Jugar con Ventaja. Madrid, Editorial Alianza.
   Grafi-Baumann, Toni. (1997) La ley y la ética de las lesiones futbolísticas. Alemania, FIFA Magazine, febrero
   Williams, Jean (1991) Psicología aplicada al deporte, Madrid, Biblioteca Nueva.

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