La risa y el humor como
estrategia
Desde que el editor científico Norman Cousins
confesó en la revista New England Journal of
Medicine que diez minutos de cine cómico equivalían a dos horas de anestesia y Patch
Adams colonizó a los hospitales del planeta con "payamédicos", las
investigaciones sobre el potencial terapéutico de la risa se multiplicaron.
Finalmente, el humor atravesó el solemne cerco del
mundo médico y se posicionó como herramienta terapéutica. Hoy figura en
publicaciones científicas e instituciones internacionales proclaman su
eficacia.
Los efectos fisiológicos de la risa cuentan con
masivo consenso: recorta la percepción de dolor, ayuda a mantener elásticas las
arterias, estimula el sistema inmunitario, disminuye la acción de las hormonas del estrés y promueve la liberación de
endorfinas, que cosecharon merecida fama como hormonas de la felicidad.
Los beneficios se expanden en el terreno
psicoemocional siempre que el humor se amalgame con un pensamiento positivo. La
risa reduce el estrés y los síntomas de depresión y ansiedad; cambia la mirada
sobre sí mismo y así eleva la autoestima, la esperanza y la energía; estimula
el pensamiento creativo; mejora las relaciones interpersonales, promueve la
solidaridad, la cohesión grupal y en general mejora la calidad de vida.
Uno de los beneficios principales que podemos
utilizar ya sea en el deporte, el trabajo o el estudio es el “cambio de la
mirada
1sobre sí mismo y la elevación de
la autoestima,
PROYECTO EXISTENCIAL
Viktor Frankl, un sobreviviente de Auschwitz que
hizo de la superación resiliente del horror su motor existencial. En su libro
El hombre en busca de sentido, escribió: "El humor es una de las armas con
las que el alma lucha por su supervivencia". "El humor puede
proporcionar el distanciamiento necesario para sobreponerse a cualquier
situación, aunque sea por unos segundos.
Los intentos por desarrollar el sentido del humor y
ver las cosas bajo una luz humorística son una especie de truco. Para poner a
prueba la propuesta, los investigadores hicieron ensayos con deportistas que
haya experimentado situaciones
problemáticas, en el juego, entrenamiento o su vida
personal. Cada participante aportó experiencias de su vida, dolorosas,
difíciles, "a las que había que buscarles un lado gracioso. "Al hacerlo,
los problemas se empequeñecen y aprendemos a reírnos de nosotros mismos;
además, cada uno descubre su capacidad de reírse de los problemas , o
simplemente lo ve distinto a lo acostumbrado".
Esta manera de enfrentar con humor y viendo el lado
positivo de cada situación, provoco en los atletas una mejor predisposición
para enfrentar las situaciones de competencia o entrenamiento. Un ejemplo de
esto ocurrió en el mundial de 1990 en el partido de cuartos de Final entre
Argentina y Brasil, había terminado el primer tiempo con Brasil dominando
ampliamente y con situaciones de gol muy claras para Brasil. Los jugadores
fueron al descanso, aguardando la palabra del técnico Carlos Bilardo. Pasaron
los minutos y nadie decía ni una palabra, Maradona y el resto de los jugadores
observaban a Bilardo esperando el mensaje táctico de que cambiar para evitar el
dominio de Brasil. Pasaron los minutos y los llamaron a jugar el segundo
tiempo, Bilardo se levanto fue hasta la
puerta para salir al campo de juego, ahí paro se
dio vuelta y les dijo “Muchachos si le seguimos pasando la pelota a los de
amarillo perdemos” todo el plantel se rio y salieron a jugar y ganaron el
partido
"El humor y el pensamiento positivo ayudan a
enfrentar las frustraciones, adversidades y preocupaciones diarias",
alienta. No siempre podemos transformar la realidad tal como quisiéramos, pero
sí podemos reír de aquello que nos hace sufrir, verlo de otra manera y aplicar
el viejo y sabio refrán que nos dice: "Si la vida te da un limón, aprende
a hacer limonada".
Lic. Claudio Daniel Sosa Reportajes