¿QUÉ ES LA
FUERZA DE VOLUNTAD?
Si tuvieras
que calificar tu fuerza de voluntad ¿cuánto te pondrías?¿Cuánto te gustaría
ponerte? Creemos que cuando no podemos hacer algo es por falta de voluntad y
que si no la tenemos, no podemos obtenerla. Esto es un gran error. Sí podemos
desarrollar y fortalecer nuestra fuerza de voluntad, pero primero tenemos que
entender su significado.
La fuerza de
voluntad es la capacidad que tenemos para controlar nuestros impulsos y
nuestras conductas, por ejemplo el impulso de golpear la raqueta o tirar el
palo de golf o hockey, de comer algo que nos perjudica, el reaccionar
negativamente ante un error. Tener voluntad es lograr llevar a cabo acciones
claras, definidas y concretas, basadas en nuestros deseos y nuestras decisiones.
Nadie carece
completamente de esta capacidad, porque no podría sobrevivir. No podría
encausar su vida, en ningún aspecto. Imagínate que sucedería si todas las
personas que creen que no tiene fuerza de voluntad, se dejaran llevar por sus
impulsos.
• Comerían,
beberían o fumarían hasta enfermar o morir.
• Golpearían
e insultarían a cualquiera que los hiciera enojar, por lo que vivirían
peleándose con todo mundo.
•
Abandonarían a su familia, trabajo y responsabilidades, cada vez que se
sintieran presionados o agobiados.
Todos hemos
deseado actuar así en algún momento. Y todos nos hemos controlado la mayor
parte de las veces. Por lo tanto, todos tenemos fuerza de voluntad. Pero la
tenemos en ciertas áreas y en otras no. En las que no la tenemos, podemos
aprender a hacerlo.
Los pilares
de la fuerza de voluntad.
La fuerza de
voluntad está íntimamente relacionada con los siguientes elementos:
1. Nuestra
motivación.
2.
Autoconfianza.
3.
Tolerancia a la frustración.
4. Creencias
respecto al cambio, éxito y fracaso.
Nuestra
motivación.
Para estar
motivados es importante que la meta sea importante para nosotros. Que sea
nuestra meta y que sea realista, alcanzable, por eso son muy importantes las
metas diarias con objetivos concretos como puede ser una corrección técnica o
practicar una jugada. La motivación está relacionada con darle valor a lo que
hacemos. Con sentirnos entusiasmados y estar dispuestos a hacer el esfuerzo que
se requiere. Es una actitud ante la vida
Una buena
autoconfianza.
Una
autoconfianza alta ayuda a mantener la fuerza de voluntad. ¿Por qué? Porque si
me siento capaz de hacer las cosas, las voy a hacer a pesar de las
dificultades. Si no me critico cuando fallo, no le temo a los errores y a los
fracasos y éstos no me limitan. Si me quiero voy a valorar el esfuerzo diario
que hago por entrenar y por esa razón cuando compita voy a valorar ese esfuerzo
y no voy a bajar los brazos o pensar negativo.
Tolerancia a
la frustración.
Tener fuerza
de voluntad implica actuar. Y actuar, significa esfuerzo, progreso y
frustración. Si acepto la frustración como parte de la vida y aprendo a
tolerarla y a manejarla, mi fuerza de voluntad no se debilita. Hay que entender
que tenemos limitaciones y que los golpes a veces no van a salir como queremos
y centrar nuestro esfuerzo en intentarlo nuevamente.
Creencias
respecto al cambio, éxito y fracaso.
Nuestros
pensamientos, ideas y creencias influyen en nuestras emociones y en nuestra
conducta. Si estoy convencido de que no soy capaz de hacer ciertas cosas, ni
siquiera voy a intentar hacerlas. Si creo que mis errores demuestran que soy un
fracasado, ante la posibilidad de no tener éxito me justifico, diciendo que no
tengo fuerza de voluntad. Pero nuestras creencias y estilo de pensamiento
pueden estar equivocados y pueden ser cambiados. La mayoría de nuestros limites
son mentales producto de nuestras creencias equivocadas.
Lic. Claudio
Sosa
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