PSICOLOGÍA: SÉ QUE MI HIJO SERÁ UN CAMPEÓN | | |
“De los 3 a los 13 años, amé cada minuto que pude jugar, y eso se lo debo a mi padre. Él tiene mucho que ver con mi éxito actual...pero en la adolescencia sentía que mi padre ponía muchas expectativas en mí. Nuestra relación se basaba exclusivamente en el tenis. Yo quería que él fuera mi papá, no mi entrenador". Las palabras son del ex número uno del mundo, André Agassi. La participación del padre es un aspecto muy importante en el desarrollo del tenista, es una relación necesaria o imprescindible que puede determinar el éxito o el fracaso deportivo de un niño. Ivan Lendl, múltiple campeón de tenis, confiesa algunas cosas muy interesantes respecto de este punto: "Creo que mis padres se portaron muy bien conmigo cuando me inicié en la vida tenística. Me presentaron este juego como una opción, como una actividad que a ellos les encantaba y que quizá me gustaría a mí también. Cuando empecé a jugar un poco en serio me animaron a que hiciera lo que pudiese...al principio la mayor parte del apoyo lo colocaba de ellos. Sin embargo, poco a poco fui depositándolo en preparadores y amigos. Mis padres acertaron en dejarme soltar amarras.... Por ejemplo, cuando derroté a mi madre por primera vez, no volvimos a jugar en forma competitiva nunca. En cambio pasé practicando muchas horas mis golpes con ella". Es necesario entender que muchas veces desde la posición de padres entendemos a nuestros hijos como nuestras prolongaciones y por tanto deseamos que actúen como lo haríamos nosotros, desde afuera. Pero los niños no son adultos en miniatura, son niños que persiguen sus objetivos, distintos a los de los padres y que deben, obligatoriamente, ser respetados. Ni la postura del padre fanatizado y obsesionado por el resultado, ni la del padre absolutamente descomprometido favorece al desarrollo de los deportistas infantiles. Es necesario acompañar al niño, hacerle sentir que uno desde la posición de padre se encuentra feliz por lo que él realiza más que por cómo lo realiza. Priorizar la práctica deportiva a la práctica óptima del deporte. El no acompañar en ocasiones al niño a la competencia, el no interesarse por sus entrenamientos puede resultar tan nocivo como la persecución implacable de padres fanáticos. Es conveniente que los padres abandonen comportamientos sobreprotectores que muchas veces impide que vean que al niño como tal, y por tanto considerarán desmedido cualquier regaño por parte del entrenador y llevará a cuestionarlos indebidamente. A modo de sugerencia resultaría ampliamente operativo adoptar un modelo comunicacional de doble vía entrenador-padres, especialmente en los períodos de pretemporada, a los fines de poder presentarse como entrenador, de hacer conocer los objetivos del programa deportivo a los padres, de mencionar los roles y responsabilidades paternas y buscar establecer un día y horario para la relación entrenador-padres.
En la medida que el binomio entrenador-padres maneje un buen caudal comunicacional, trabaje y desarrolle el rol a desempeñar por cada uno de ellos, y por tanto permita el crecimiento deportivo de los niños desde una perspectiva de acompañamiento mutuo, seguramente la práctica deportiva será una verdadera fuente de placer para el niño y perderá cualquier carácter que tienda a transformarla en situación estresante. La aproximación positiva de parte de cualquier agente deportivo (entrenador, juez, dirigente, padre, etc) es favorecedora y posibilitadora del desarrollo deportivo, lo cual implica que a edades tempranas no se puede perder de vista el carácter educativo del deporte, generando de este modo que a edades mayores resulte más grande la población que pueda decidir o no continuar con una carrera profesional. Es importante entender que un joven entrenado respetando sus etapas madurativas llega siempre más preparado a enfrentar situaciones estresantes que aquellos que sin elegirlo, fueron impulsados a hacerlo. Busquemos por tanto, cada uno desde la posición que nos toca ocupar, generar una actitud facilitada de inserción deportiva. Entendiendo que el niño inicia un proceso de aprendizaje y no un trabajo en una empresa deportiva. Legalmente para desarrollar la mayoría de las ocupaciones existentes en el mercado laboral es necesario tener una mayoría de edad, excepto en el deporte. |
Gentileza www.talentotenis.com